Sientes el
frío metal bajo tu cuerpo.
Escuchas tu nombre, pronunciado con tristeza y frustración en voz de él.
Escuchas tu nombre, pronunciado con tristeza y frustración en voz de él.
La sangre
te rodea, el líquido apenas te deja respirar.
Las imágenes pasan por tu cabeza de hermosos recuerdos, ahora, destrozados.
El dolor se
desvanece y el cansancio se apodera de ti.
Pero tú, María Robotnik, sabes que esta terrible pesadilla apenas
empieza…
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próximamente....
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA *-*
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